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Legado histórico: La Fresneda, Aragón - Teruel


La villa de La Fresneda, declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1983, acoge una buena amalgama de arquitectura típica popular y la noble construcción de sillería.

De la calle Mayor, flanqueada por unos característicos porches, arranca el barrio de la judería, con pequeñas callejas estrechas y oscuras. Sus empinadas calles permiten descubrir bellos arcos, como el que da acceso a la porticada Plaza Mayor, llamado Arco de Xifré (s. XVI), además de diversos casalicios de los siglos XVI y XVIII.

En la Plaza Mayor destaca la belleza y magnificencia del Ayuntamiento, (s. XVI), de estilo gótico-renacentista, el cual está reproducido en el Poble Espanyol de Barcelona.

Pero también hay que distinguir otros edificios civiles sobresalientes del siglo XVI, como el Palacio del Marqués de Tosos, que actualmente se encuentra derrumbado, y el Palacio de la Encomienda, éste en perfecto estado y ocupado como vivienda.

A medio camino entre el Hotel El Convent y la calle Mayor, muy cercana al Palacio de la Encomienda, se encuentra la Iglesia de la Virgen del Pilar (s. XVII), de estilo barroco y con una hermosa portada.

En lo más alto del pueblo merecen un esfuerzo la Iglesia de Santa María la Mayor (s. XVII), el Castillo calatravo y las ruinas de la gran Ermita de Santa Bárbara.

La sorpresa de la visita se puede encontrar a 6 km de La Fresneda por pista de tierra bien acondicionada, donde se hallan las ruinas del Convento de la Virgen de Gracia (s. XVI), que recibe al visitante con una gran e inesperada fachada plateresca, y un entorno arquitectónico gratamente desubicado.



 

 

Legado histórico: El convento de los mínimos


La Orden de los Mínimos fue fundada por San Francisco de Paula en la región italiana de Calabria sobre el año 1435, y tras expandirse por Europa, llegó a España en 1492.

La relación entre esta orden religiosa y la villa de La Fresneda cabe originarla en una bonita leyenda que acabaría determinando la construcción de un convento a 6 km del núcleo urbano, dedicado a Nuestra Sra. de Gracia, y posteriormente la del convento urbano que hoy en día es el Hotel & Restaurante El Convent***.

Cuenta esta leyenda que una pastorcilla halló una imagen de la virgen en un peñasco apartado, en una áspera montaña del Valle del Silencio. Se la llevó al vecino pueblo de Valljunquera, de donde era originaria, para rezarla y adorarla. Pero a los pocos días, la imagen desapareció del lugar, y se emprendió una búsqueda que la pastora finalizó en el mismo sitio donde todo había empezado: ese remoto peñasco a una legua de La Fresneda.

Tras ese suceso, los vecinos de alrededores empezaron a frecuentar esa peña sagrada y la llamaron “de Gracia”, por todas las que ellos recibían.

Todo ello motivó que la villa de La Fresneda decidiera la construcción de una ermita en el lugar, que fue encargada a los padres de la Orden de los Trinitarios. Sin embargo, las duras condiciones y lo inhóspito del valle les hicieron desistir en la manutención del encargo, y finalmente la villa de La Fresneda y la Orden de Calatrava la donaron en el año 1581 a la Orden de los Padres Mínimos de San Francisco de Paula.

Al lado de la ermita, los frailes levantaron una nueva iglesia y un sencillo convento. Pero de nuevo las inclemencias y la austeridad de la época fueron la causa por la cual decidieran abandonarlo y trasladarse al pueblo, donde en 1593 iniciaron las obras de un nuevo convento que finalizaron el año 1613. El Convent ya era una realidad.

Sin embargo, durante años estuvieron atendiendo los dos centros religiosos. Y en el siglo XVIII decidieron construir un nuevo convento junto a la ermita primitiva, y anexa a él, una nueva iglesia de tres naves finalizada en 1795, que completó un importante conjunto monumental utilizado hasta 1865, cuando llegó la Desamortización y su fin.

Actualmente, del convento de Ntra. Sra. de Gracia y de la iglesia ya solo quedan las impresionantes fachadas y sus ruinas. Pero vale la pena acercarse y verlo por uno mismo.

Del convento urbano de 1613, que hoy en día acoge el Hotel & Restaurante El Convent***, quedaron en pie el edificio de la iglesia (sin tejado, sin altar y sin campanario, pero con las capillas intactas y con parte de las pinturas originales), el pozo y el aljibe del claustro, y numerosos restos de muros y pavimentaciones, que han sido rehabilitados para formar parte del complejo actual.

 

 

 

Nuestro Equipo / Staff El Convent 1613


Manager 1

Ana Marta

Reservas
Contratacion grupos
RRHH

 

Manager 1

Paula

Reservas

 

Team Member

Ignacio

Sistemas / Recepción / Reservas

Manager 1

Ivanka

Reservas
Recepción

 

Team Member

--

Recepción / Reservas

Manager 1

Diana

Restaurant / Sala

 

  • Manager 1
  • Eva

  • Cocina del Convent
  • Team Member
  • Martina

  • Desayunos
  •  alt=
  • Eli

  • Departamento de Limpieza
  • Jordi

  • Mantenimiento General - Jardinería
  • Team Member
  • Pili

  • Gobernanta / Departamento de limpieza
  • Team Member
  • Rosi

  • Departamento de Limpieza
  • Team Member
  • Mari

  • Departamento de Limpieza
  • Team Member
  • Yanibel

  • Cocina y limpieza 

 

 

Nuestra Filosofía

  • Apostamos por un turismo sostenible con el medioambiente, nuestro entorno y nuestra cultura.

  • Apostamos por un turismo de calidad, sin perder la esencia que nos caracteriza, que es el trato familiar y personal.
  • Apostamos por un modo de vida slow, tranquila y ajena al estrés. Somos conscientes que el Matarranya es un lugar privilegiado para ello, y intentamos que así lo sienta quien nos visite.
  • Apostamos por la conciliación de la vida familiar y laboral. Acogemos visitas e incorporamos estudiantes de hostelería en prácticas.
  • Apostamos por El Convent, por el entusiasmo con el que vivimos nuestra aventura, por la ilusión que tenemos en nuestro proyecto, y por saberlo transmitir a quienes nos visiten.


Trabaja con nosotr@s: Si deseas embarcarte en esta empresa, en un entorno dinámico y familiar, envíanos tu C.V a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Nuestra Historia - Hotel & Restaurant El Convent 1613

Somos una familia del Matarraña que el año 1999 decidió cambiar el destino de sus vidas y emprender una nueva y arriesgada aventura.

La de abrir las puertas de este singular edificio para compartirlo con todo aquellos viajeros con ganas de descubrir los encantos de una zona tan maravillosa como es esta comarca.

Para ello contábamos con una casa familiar con más de cuatro siglos de historia, muchas ideas y, sobretodo, ilusión. Mucha ilusión.

Pronto nos pusimos manos a la obra, y tras mucho esfuerzo y tesón, conseguimos convertir los antiguos muros de piedra en sorprendentes guiños arquitectónicos que, a día de hoy, se han convertido en santo y seña de este gran proyecto. ¡Y es que fuimos capaces de convertir los restos olvidados de una iglesia en un atrevido patio acristalado que ha devuelto a la vida sus arcos y capillas!

El convento, construido en 1613, fue pasto de las desamortizaciones del siglo XIX, y con los cambios de propietarios también cambiaron los usos, y sus piedras entraron en una espiral de decadencia y desdoro. Tras decenas de lustros, lo que antaño fueran capillas de adoración y presbiterios, se habían acabado transformando en establos y corrales, y los claustros y jardines, en huertos y cultivos.

Un antepasado de la familia lo adquirió poco antes de la Segunda República, sobre 1930, para convertir la finca en el hogar de las siguientes generaciones. Y así sucedió durante el resto del siglo XX, pasando de abuelos a padres, y de padres a hijos.

Sin embargo, lo que el paso del tiempo no pudo llevarse al olvido fue el alma del convento. Pues, a pesar que durante decenios las pinturas y los capiteles se habían mantenido ocultos a mejor ventura, llegaría el día en que recuperarían su esplendor de antaño.

Así fue como sucedió que el convento reclamó reabrirse paso en la historia, y fue capaz de revelar a Mariano y a Ignacia que debía volver a la vida, que debía resurgir de sus restos para alzarse orgulloso a un nuevo designio.

Y esta es nuestra pequeña historia. Que casi acaba de empezar, y que deseamos sea larga y dichosa.

Somos Mariano, Ignacia, Ana Marta, Elena, Sara y Diana, y El Convent es nuestro hotel.